31 de marzo de 2011

La lengua occitana y Aragón

El grupo de lenguas pirenaíco lo componen el occitano (incluyendo el gascón), el catalán y el aragonés. Las tres lenguas tienen muchas características en común comenzando por su mismo origen pirenaíco. De estas lenguas, la más importante a comienzos del segundo milenio fue el occitano ya que influyó decisivamente en las otras dos, fue la que tuvo un mayor número de hablantes, contó con una literatura admirada en toda Europa y tuvo una mayor proyección exterior. Incluso Dante llegó a incluir versos en occitano en La Divina Comedia. La cercanía con el catalán motivó una confusión entre ambas que perduró hasta la Renaixença catalana de finales del XIX. Hasta entonces era muy frecuente denominar al idioma catalán como lemosí (uno de los dialectos del occitano)
Pon Nou de Canfranc

El área geográfica del occitano se extendía desde los Alpes italianos hasta Limoges, Burdeos y el Béarn. Por el Sur la frontera lingüística se encontraba en los Pirineos incluyendo el Valle de Arán y también se hablaba un dialecto occitano en Canfranc hasta entrado el siglo XIX. El occitano llegó a ser idioma de uso frecuente en las cruzadas de Tierra Santa, sobre todo en los territorios como el condado de Tripoli dependientes de la casa condal de Tolosa.

El occitano fue la base de la lingua franca, una mezcla de lenguas utilizada como lengua común por los marinos en todo el Mediterráneo y que los portugueses llegaron a utilizar en sus expediciones a Asia, Africa y América. Emanuel d'Aranda, cautivo español en Argel en 1640 y nacido en Flandes, nos dejó ejemplos escritos de esta lengua en el relato en el que contó su cautividad.

Además de haber sido un idioma hablado en una parte de Aragón hasta el siglo XIX (dialecto canfranqués) el occitano tuvo en la Edad Media una gran relación con Aragón. Las ordenanzas municipales de Jaca recogidas en el Libro de la Cadena (Establimentz de Jaca) tienen abundantes rasgos occitanos gascones. Datan de principios del siglo XIII.

Trovador en la corte real
También fue idioma de uso común de la corte de algunos reyes aragoneses. Sobre todo durante los reinados de Alfonso II, Pedro II, Jaime I (nacido en Montpellier) y Pedro III los asuntos de la política occitana merecieron buena parte de sus esfuerzos. Todos ellos acogieron en su corte a un gran número de trovadores occitanos. Zurita nos dice en sus Anales que Alfonso II ennobleció a varios trovadores, les dio posesiones e incluso les eximió de impuestos y hasta se conserva una cançó en occitano compuesta por Alfonso II de Aragón cuyos versos finales son los siguientes:

Quan mi membra dels comjatz
Que pres de lieys totz forsatz,
Alegres suy et iratz;
Qu’ab sospirs mesclatz de plors
Me dis: “Belhs amics, tornatz,
Per merce, vas de me cors.”
Per qu’ieu tornaray viatz
Vas lieys, quar autre baysatz
No m’es delietz ni sabors.

Entre los trovadores medievales aragoneses en lengua occitana están Peire de Monzó, Peire Salvage o Thomás Périz de Fozes del que se conocen dos poemas. Los siguientes versos corresponden a su poema “Trop me desplay can vey falir”

Reys d’Arago, l’auta semensa
reyals don vos etz e d’Entensa
merçe totz temps ab cor franch e lial
ach, no guardan nuyl fayt descominal.

El profesor A. Ubieto señaló la posibilidad de que la Chanson de Sainte Foy (canción de Santa Fe), poema narrativo compuesto entre los siglos XI y XII, de autor desconocido y una de las primeras obras poéticas de la lengua de oc, se escribiera en Aragón, en Ribagorza concretamente.

Banderas de Occitania y Aragón

Actualmente, la mayor influencia occitana en Aragón la podemos ver en dialectos orientales del aragonés como es el caso del benasqués aunque en todo el Pirineo aragonés hay aportaciones lingüísticas occitanas debidas al intenso contacto comercial y humano habido entre las dos vertientes pirenaicas.

Enlaces:

Literatura aragonesa medieval en occitano - Enciclopedia Aragonesa On Line